Creencias al margen, se trata de una época especial para degustar los platos típicos de cada región. Podrás disfrutar de tapas de Cuaresma que tienen un gran incremento en su preparación, ofrecimiento y consumo. En general, dos productos son los más destacados: las torrijas y el bacalao.
Las torrijas son piezas de pan fritas empapadas en leche o mistela (vino blanco). Suelen llevar un toque de limón, miel y canela dependiendo de la receta, diferente en cada ciudad y en cada cocina. Se toman como desayuno, merienda o postre y son las estrellas de la rica repostería de Semana Santa. Manzanilla, fino, naranja o chocolate son algunos de los ingredientes que les añaden en los distintos hogares; unos optan por el pan de molde grueso, otros por el pan tradicional y cada uno prefiere la torrija de un tamaño.
Para gustos no hay nada escrito, pero no puedes pasear en Cuaresma o en Semana Santa y no probar uno de estos sabrosos pedazos de pan. En los bares de tapas tendrán siempre a tu disposición, si quedan en la despensa, una torrija para ofrecerte de postre mientras degustas tus tapas.
En cuanto a platos salados, el bacalao es el rey de las tapas de esta época del año. Si preguntas qué pedir en un bar de tapas, quizá te recomiende pavías de bacalao. Se trata de tiras de bacalao rebozadas que se consumen como entrante o comida ligera en estos días de prisas, correcalles y largas esperas. Sin embargo, se elaboran muchas otras recetas como buñuelos, croquetas o tortillitas de bacalao como tapas de Semana Santa.
A parte de estas dos recetas estrella, muchas son las tapas de Semana Santa que pasan a ser platos destacados en los bares estos días. Todo tipo de pescados y una gran creatividad con los productos vegetales y los lácteos dan forma al recetario. A continuación, te proponemos algunas sugerencias para vivir y degustar la Cuaresma al 100% ¡Buen provecho!
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Fuente: bartapassevilla.com